LABRIEGO


 

Rodando entonces desde el  sueño hasta una profunda desilusión
Buscando la chispa dentro de un ruido de tiniebla de ojos sesgados
Cansados, incrédulos de miseria e ilusión, atormentados por el correr de la sangre en sus cuerpos, amando sus pequeñas almas, haciendo sus miradas cortas para verse gigantes.

Lamiendo las botas de su traicionera seguridad, hartándose de  irrisorias sumas que con violencia estrellan en sus caras, y muy sonrientes y con enciclopédica ignorancia agradecen su suerte.

¿ a donde iré  a parar? ¿ a donde?

Espero muy lejos de acá.

 



Iván Castro
Agosto-2007

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