PARANOIA

Me miras y te siento
Leyendo el pensamiento
Los anhelos profundos    
Los Íntimos secretos
Que te esconden en mis sueños

Y de estupor me sonrojo
Pues no pienso lo correcto
Para ser franco…
Siempre te sueño indecible
En un óleo de fantasía.

En mi realidad delirante
Colmada de pasión
De irreales besos
Cálidos refugios
De mi errante sosiego.

Me hablas con sordina
Para encubrir
Tu auscultar espía,
Esculpiendo intrigas
Desmantelándome
Cuando me miras.

Y aun así que te anhelo
Te pienso todo el día
Espero que entres
Y te encuentres allí
Abrigo esa ilusión
Cuando me miras.

Iván Mauricio Castro Rincón
29-07-2016

MOMENTO VERDUGO

Sus fauces en mi cara
Expedían una fétida ojeriza
Con un grito reventó mis ojos
Dejando agujeros desolados.

De pronto estoy ciego
Aterrado y acorralado
Las piernas trepidantes
Y la respiración entrecortada

Mi entereza cada vez más frágil
Me abandona en un suspiro
El inmenso peso del vacío
Me asfixia más en cada respiro

Mi ira se acrecienta y emerge
Como horda de ratas hambrientas
Excitadas por el olor de la sangre
Perfume de la muerte.

Transfigurado por la furia
Poseído por el miedo
Los elementales de la noche
Hablan a mi oído

Palabras como serpientes
Invaden mi interior
Enterrando sus colmillos
Envenenando mi espíritu

Después, todo fue oscuridad
Como de  un mal sueño desperté
En aquel momento verdugo.
Con la cara retorcida de Infringir castigos

Delante, dos brazos débiles cercenados
Se alzan entre llanto.
¡Piedad amado mío!
¿Recuerdas quién soy?

Había arrancado
De su cuerpo el alma,
Dejándolo seco y sombrío
En un charco de melancolía

Sus labios desguarnecidos
Dejaban escapar algunos quejidos
Que apuñalaban mis oídos
Sin entender lo sucedido.

Comprendí que era el verdugo
Y caí muerto en ese instante
A la tumba perpetua del desprecio
En el cementerio de los malditos

Iván Mauricio Castro Rincón
28-07-2016

SOLEDAD

Ya he vivido soledades
Una más, que podría pasar
Una más será…
Evaporándose en mis brazos

Cuál es el designio de una vida con propósito
Cruel es ésta tirana concepción
Convierte al hombre en un reo
De sus sueños rotos.

En este cruel paraje estamos de paso
De polvo a cenizas y luego olvidados
El mundo necesita incognitos sin alma
Como combustible de  su destrucción.

La razón de ser, tiene lógica en las fieras
Y en sus víctimas o alimento
Morir para alimentar
¿Éxito o fracaso?

Aquí solo somos payasos con caretas
Desfigurados por devastadoras doctrinas 
Libretos de la vida y de la muerte.
En la total ausencia de libertad.

¿Soledad?

Estoy vestido de ella desde niño.
Soy un árbol seco ya sin hojas
No le temo al viento
De tu otoño perpetuo.

Fluye en mis venas
Sustrato de mi alma
¡Aljibe polvoriento!
¡Quédate o márchate!
Da igual.

Iván Mauricio Castro Rincón
12-07-2016

OCIO

Solo son sofismas

Fantasías en el vacío

Polvo de quimeras

Trozos de la nada.

Todos los días recojo

Cascajos desgastados

De mi ser errante

Desperdigados en las aceras

Envenenando la ciudad.

El tiempo se va rutinario

En un naufragio de almas

Por  el  marjal de los sueños

Prisioneros del juicio

Un rio de ocio surca

Las entrañas de los días

Que se van pudriendo

En risas de hipocresía.

Intento detenerlo

Con infecciosos versos

Que escurren de mi cráneo

Mi boca y mis manos

Pero es irreversible

Preciso  e implacable

Dejándome en angustia

Deambulando en agonía

El tiempo me abandona,

Con zozobra veo su partida

Sin dejar un recuerdo

Sin sanar las heridas.

Que desperdicio mirarlo irse

Entre las sombras a la deriva

En vez de ello miraré mi alma

Aunque quede poca ésta noche.

Iván Mauricio Castro Rincón

26 de febrero de 2016

AMATISTA

Sombra de mis sueños
Oculta en un misterio
Entre tumbas te escondes
Junto a  la  brisa nocturna.

Fantasma en las cenizas
De un recuerdo pasado
Abrazando el olvido
De mi ser desorientado

Vives en mi sepultada
En el silencio perpetuo
En la bruma nocturna
De mi soñar deshabitado

Llegas al ocaso
Cuando muere el día
Y tú mirada ausente
Se funde con la mía

Súcubo de fuego
Alquimia en mi mente
Con tu arribo vivo
Ávido inconsciente

Fugitivos en las noches
De sosiego forajido
Compañeros pasajeros
Del tiempo que se ha ido

Hasta el alba observo
Tu mirar enredado
En un turbio aire
Por el viento helado

Lo veo perderse
En el horizonte
Y mi alma se ahoga
En aguas de Caronte.

Mi esperanza inhumada
De soledad silente
En la mañana atestada
De almas ausentes

Desdibujada se rompe
De padecimiento
Como un ave de sal
Que se quiebra con el viento

Amatista de encandiles
No me dejes preso
Del tiempo onírico
Esperando tú regreso.