Arden mis ojos y tiemblan mis manos
Frío es el silencio del esperar implacable
Incertidumbre que hierve como la madera que arde
¿Por que escribo para ti? ¿Acaso mis manos persiguen tu rostro?
Por que miro absorto una imagen confusa
Que viene y va como el sol en día de lluvia.
Por que te extraño si nunca te he tenido,
Por que el recuerdo no muere ni se diluye en vino.
Ni se calma el mar de momentos vividos en tiempos remotos.
Ni sucumbe ante la opulencia de un recuerdo bajo escombros
¿Que será? ¿Que debo hacer?
Por un lado la vida con sus destellos de plata
Por otro estas tu callada
Sin rostro, sin risa, sin alma.
Iván castro
05-/11/-2008
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