Sabias
que no era real
Sabias que
solo era un sueño
Y decidiste
soñar y soñar
Hasta quedarte
ciego
Buscando
en la oscuridad
De ese
camino incierto
Un
espejismo oculto
Entre
las dunas del desierto
El
viento esculpió su cuerpo
Lo dibujo
con finos trazos
En la
arena del desierto
Te
perdiste tras sus pasos
Fuiste
presa de su cuerpo
Tu alma
se fundió en su aliento
Como
adicto entre sus vicios
De
placeres indefenso
Todo fue
una mancha azul
Llena de
paz llena de luz
En tu interior
te hizo volar
Sobre
las dunas de azafrán
Pero la
arena entro en tus ojos
Y el
dolor rompió tus brazos
Despertar
de aquel sueño
Fue
romperlo en mil pedazos
Frente a
ti se hizo polvo y se marcho.
IVÁN CASTRO
12-05-2014